Un libro de Eduardo Lino sobre el ritmo en la poesía peruana
Desde los
formalistas rusos, en los años veinte del siglo pasado, se valoró el ritmo como
el elemento dominante del verso. Osip Brik, en Ritmo y sintaxis, y Yuri Tinianov, en El problema de la lengua poética, plantearon que no se podía
abordar rigurosamente un poema sin prestar atención a la corriente rítmica que
atravesaba este último. A dicha óptica se suma el desarrollo de la Rítmica y la
Métrica como disciplinas que tienen, en el ámbito de la lengua castellana, dos
ilustres representantes: Rafael de Balbín y Tomás Navarro Tomás.
En los últimos años, sin embargo, la publicación de Verso español y verso europeo (2000) de
Oldrich Belic ha producido un cambio radical en los estudios de versificación. Belic
pone de relieve una Rítmica Semántica Cognitiva, donde el ritmo es concebido
como un componente dinámico del poema que transmite sentidos e ideologías. El
cambio de patrón rítmico, por ejemplo, puede significar un giro en el ámbito de
los significados. El investigador, en tal sentido, tiene que estar atento a las
variaciones rítmicas para identificar cómo la ideología del poeta adquiere, en
algún momento, una inflexión distinta a lo largo de los versos.
En dicho contexto, deberíamos entender la publicación de El ritmo y la modernización de la lírica peruana.
Los casos de González Prada, Eguren y Valdelomar (Lima: Fondo Editorial de la USIL, 2013. 328 pp.), cuya autoría pertenece al
joven y valioso investigador Eduardo Lino Salvador (Lima, 1985). Se trata de un estudio
erudito y muy actualizado que se sustenta en los aportes de Belic para releer
creativamente la obra de los tres poetas peruanos antes mencionados. Lino
emplea una perspectiva plurimetodológica para sustentar cómo Manuel González
Prada, Abraham Valdelomar y José María Eguren colaboraron activamente en la
modernización de la poesía peruana a través de una reflexión sistemática sobre
el ritmo y la función de este en el ámbito del verso; asimismo, en la poesía de
los autores antes mencionados se observa cómo el ritmo se articula con
determinados giros semánticos. Además, Lino comprueba cómo en la obra de aquellos
poetas existe una estructura rítmica común, de manera que realiza un enjundioso
análisis intertextual para demostrar la validez de su hipótesis.
Uno de los aspectos que más destaca de esta investigación es el empleo de distintas perspectivas para acercarse al fenómeno
literario. Lino utiliza la metacrítica para realizar un cuestionamiento de los
aportes de los estudiosos que se han aproximado a la obra de González Prada.
Pero no solo dicha óptica aparece en este volumen, sino también la asimilación
creativa tanto de la Retórica General Textual del lingüista italiano Stefano
Arduini como de la perspectiva sociológica de Antonio Cornejo Polar, de cuyas
propuestas se nutre el joven crítico literario para abordar la modernización de
la lírica peruana en el Perú. Por último, Lino utiliza la Métrica y la Rítmica
sobre la base de los aportes de Oldrich Belic con el fin de abordar los lazos
entre la estructura formal de los versos y el sentido que subyace a estos
últimos.
No quisiera dejar de mencionar la claridad expositiva que
se revela en este libro que no solo anuncia a un investigador de valía, sino
que constituye un estudio imprescindible para el abordaje de la poesía de
Manuel González Prada, de José María Eguren y Abraham Valdelomar. Creo que es
un acierto indiscutible que el Fondo Editorial de la USIL haya decidido dar a conocer a la comunidad de lectores una obra tan relevante para el estudio de la gran poesía peruana del siglo XX.
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